La profundidad de campo afecta el enfoque de las imágenes
Muchas veces nuestras imágenes salen desenfocadas por tener una profundidad de campo muy pequeña.
La profundidad de campo es el nombre que se le da al efecto que se consigue con la cámara para enfocar una parte de la imagen y desenfocar otra parte, resaltando con éste efecto el sujeto principal de la fotografía.
Cuando dejamos que la cámara decida la apertura del diafragma estamos comprometiendo la posibilidad de lograr una imagen enfocada. Si queremos tener un control sobre el grado de nitidez de la imagen tenemos que olvidarnos del colocar la cámara en automático.
Cuando tomamos control de la apertura del diafragma o cuando utilizamos en las cámaras compactas las opciones de paisaje, close up, etc, estamos diciéndole a nuestra cámara que tanto debe cerrar o abrir el diafragma.
Mientras más abierto está el diafragma, más corta será el área de la fotografía que saldrá enfocado, mientras más cerrado, más área estará en foco. Mientras más cerca está el sujeto de la cámara, más corta será la profundidad de campo, mientras más largo el lente (teleobjetivo) más corta será también la profundidad de campo.
Sólo la experiencia nos irá mostrando cuál apertura del diafragma, cuál distancia y qué tipo de lente necesitamos para poder obtener el enfoque necesario para la imagen que queremos hacer.
Lo importante es poder reconocer la causa del desenfoque en nuestras imágenes para dar una solución adecuada.
Aún si éste está centrado y ocupa una buena proporción de nuestra imagen, algunas veces no es muy claro para la cámara donde queremos enfocar y ella toma sus propias decisiones.
Si una porción de la fotografía está completamente enfocada, pero nuestro objeto principal está desenfocado, quiere decir que nuestro problema se relaciona precisamente con la falta de enfoque.
Para corregir ésta situación debemos estar seguros de que no estamos colocando la persona demasiado cerca de la cámara. Todos los lentes tienen una distancia mínima desde donde podemos enfocar. Debemos conocer nuestra cámara, si es compacta y el lente que estamos usando si es SLR.
Si estamos a una distancia suficiente para que el lente y la cámara puedan hacer su trabajo, también debemos estar seguros de cómo enfoca nuestra cámara. Cada cámara y cada marca tiene diferentes maneras de mostrarnos dónde están enfocando, algunas por medio de un recuadro y otras por medio de puntos que se iluminan en el visor, podemos ver dónde está enfocando la cámara.
Si utilizamos la pantalla debemos mirar en el manual de instrucciones de nuestra cámara para poder reconocer la forma en que ésta enfoca. Muchas veces cuando fotografiamos en un día de sol brillante, es muy difícil ver en la pantalla la imagen que tomamos para poder saber si está enfocada o no.
Aprender y practicar cómo enfoca nuestra cámara es primordial para no tener problemas en el futuro
Es muy importante es encontrar y asegurarnos cuál es la causa del desenfoque en nuestras imágenes para dar una solución adecuada.
Fotos borrosas, causa: poca luz
Cuando hay poca luz el enfoque automático de la cámara no es muy eficiente y puede dejar de funcionar o puede hacer una lectura equivocada.
Si estamos fotografiando en un lugar donde la luz es deficiente y no estamos usando el flash, o la cobertura de éste no alcanza (como en un estadio un teatro, un restaurante, etc.) es muy posible que si la cámara toma la fotografía ésta salga desenfocada.
Si hay algún área de la imagen que está más iluminada que las demás, el enfoque de la cámara se dirigirá allá automáticamente, aunque no sea el sujeto principal de nuestra fotografía.
Si en general el área que estamos fotografiando está mal iluminada es posible que la cámara misma nos envíe la señal de que no puede tomar la foto, no dejándonos presionar el obturador y moviendo el enfoque de la cámara sin hallar un lugar dónde enfocar.
La solución a éste problema es enfocar manualmente, para lograr el enfoque en el lugar donde nosotros lo queremos. Adicionalmente si las condiciones de luz son muy bajas debemos usar trípode o utilizar el flash conociendo de antemano su alcance. La mayoría de las veces, éste no ilumina más allá de 3 o 4 metros, especialmente si el lugar está completamente a oscuras.
Sólo la experimentación nos irá mostrando cómo y cuando debemos enfocar manualmente y si el uso del flash y/o el trípode nos brindan las solución a éste problema. Lo más importante es poder reconocer la causa del desenfoque en las fotografías para dar una solución adecuada.
Cuando estamos utilizando una velocidad muy baja, menos de 1/60 , cualquier leve temblor de nuestra mano, inclusive el soltar el obturador produce el movimiento suficiente para desenfocar la imagen.
Para saber si éste es el problema debemos mirar con atención la fotografía en la pantalla de la computadora y si vemos que está completamente borrosa y que no hay ninguna parte de la imagen enfocada quiere decir que la cámara se movió durante la toma.
Para corregir éste problema debemos aumentar la velocidad de obturación o colocar la cámara sobre un trípode o sobre una superficie que nos brinde apoyo.
Sólo la práctica nos irá mostrando que tanta velocidad necesitamos y su relación con la apertura del diafragma y la cantidad de luz disponible, lo importante es poder buscar la causa del desenfoque en nuestras imágenes para encontrar la solución apriada.

Una de las causas más frecuentes de que las fotografías nos queden borrosas es cuando la persona o el sujeto se mueven mientras tomamos la fotografía. Al utilizar una velocidad que no alcance a congelar el movimiento, la persona aparecerá movida dentro de la fotografía pero el fondo que es estático si estará bien enfocado.
Para saber si éste es el problema que estamos experimentando debemos mirar con cuidado nuestra imagen y en ella veremos que los objetos que están inmóviles dentro de la imagen está completamente enfocados, pero el objeto o la persona en movimiento se ven borrosas, especialmente podremos ver que los brazos o las piernas tienden a desaparecer o a dejar una estela.
En éste caso es muy claro que no es por que la cámara haya enfocado en el lugar equivocado, sino que en la imagen sólo aparecen borrosas las partes de la imagen que estaban en movimiento.
Para solucionar éste problema debemos aumentar la velocidad de obturación y/o utilizar el flash, si la persona o el objeto están cerca lo suficientemente cerca de la cámara como para que el flash congele la imagen.
Para calcular la velocidad de obturación de la cámara adecuada debemos tener en cuenta que tan rápido se mueve nuestro sujeto, por ejemplo si es una flor mecida levemente por el viento no necesitará una velocidad tan alta como un niño corriendo o un auto a alta velocidad.
Sólo la experiencia nos irá mostrando que tanta velocidad necesitamos y su relación con la apertura del diafragma y la cantidad de luz disponible, lo importante es poder reconocer la causa del desenfoque en nuestras imágenes para dar una solución adecuada.