Al fotografiar el agua en movimiento la cámara nos permite descubrir nuevas formas de ver.

Nuestros ojos en conexión con el cerebro tienen sólo una forma de percibir el tiempo. Nos es imposible ver el mundo en cámara lenta o congelar el movimiento, pero el desarrollo de la fotografía abrió la posibilidad de ver el mundo de una forma diferente.

Cuando las cámaras y las películas se hicieron lo suficientemente rápidas se pudo congelar el movimiento y por primera vez se pudo ver cómo saltaba un caballo, o cómo caía una gota de agua.

Al tomar control de la cámara podemos utilizar sus comandos para ver a través de ella lo que nuestros ojos no pueden ver. Un buen ejemplo de esto, es cuando fotografiamos el agua en movimiento, yendo de un extremo al otro con la velocidad de obturación.

Si utilizamos una velocidad muy rápida, por ejemplo 1/500 o 1/1000 de segundo, muy posiblemente podremos captar las gotas de agua saltando en el aire. Si por el contrario utilizamos velocidades extremadamente lentas, como 3 o 4 segundos, la textura del agua desaparece por completo formando una suave estela.

Para utilizar velocidades de obturación muy rápidas posiblemente necesitaremos tener el ISO de la cámara en 100 o 200 y debemos buscar la apertura optima del diafragma para tener una adecuada exposición. Para esto debemos utilizar la prioridad de velocidad en la cámara o usar un exposímetro externo y colocar la cámara en manual.

Aunque no es necesario utilizar trípode ya que no hay peligro de que la foto se arruine por un movimiento involuntario, si es recomendable, para hacer un buen encuadre. El trípode nos ayuda a ser más cuidadosos a la hora de enmarcar la fotografía.

Para crear una estela suave de agua, debemos hacer todo lo contrario, utilizar una velocidad muy baja. No es muy fácil recomendar cuál, ya que depende de la velocidad del agua, pero seguramente serán velocidades cercanas a un segundo.

Aquí sí es necesario tener un buen trípode, evitar corrientes fuertes de aire, retirar la tapa del lente si la tienes colgando de la cámara y evitar cualquier cosa que pueda producir el más leve movimiento. Si tienes control remoto para disparar, éste es el momento de usarlo.

Tendrás que experimentar cuál es la velocidad optima para obtener el efecto deseado, si la velocidad es muy corta la fotografía parecerá movida, si es demasiado larga, perderás completamente la textura y aparecerá una mancha sólida.

Pero como toda regla tiene sus excepciones, en este ejemplo del río desbordado, utilicé una velocidad de ¼ de segundo para lograr conservar la fuerza del agua, pero al mismo tiempo que el movimiento del agua fuera evidente.