La siluetas son una forma extraordinaria de mostrar misterio, emoción o drama en una imagen. Generalmente son fotografías que captan inmediatamente el interés debido a su simplicidad, además de la facilidad que tienen de narrar una historia o de transmitir sensaciones.
Las siluetas no le brindan al observador la narración completa, sino que le dejan una gran parte a su imaginación.
La forma adecuada de fotografiar una silueta es colocando a la persona o al objeto en frente a la fuente de luz y medir la luz en el fondo y no en la persona.
Para éste tipo de fotografía no debe utilizarse la cámara completamente en automático o en contraluz sino que debe buscarse que el exposímetro haga la medida de la luz por fuera de la figura. Haciendo esto logramos que la persona quede completamente sub-expuesta: muy oscura o completamente negra.
¿Cómo lograr una buena silueta?
El primer paso es escoger la figura que vamos a destacar con ésta técnica. Es importante que tenga una perfil reconocible al quitarle todos sus rasgos. Las siluetas no se ayudan de colores, texturas o tonos, solo de la forma.
Debemos apagar el flash, si dejamos la cámara en automático, ella lo disparará al medir la falta de luz, así que debemos dar el comando a la cámara de no usar el flash. Buscar la fuente de luz apropiada. Debemos olvidarnos de los principios elementales de la fotografía que nos dicen que nuestro sujeto principal debe estar bien iluminado, en éste caso es todo lo contrario, la luz debe venir de atrás y debe dejar la figura en la penumbra.
El amanecer o el atardecer son buenas situaciones para lograr éste tipo de imágenes, pero cualquier otra fuente de luz puede servir. Una fogata ardiendo, una pared blanca y muy iluminada, una ventana, el reflejo del sol en el agua, la nieve o la niebla iluminada.
Hay que tener cuidado de no mezclar las sombras de diferentes figuras dentro de la imagen. Si vamos a fotografiar una persona sentada al atardecer cerca de una palmera, debemos separar la persona del tronco o las hojas, ya que al convertirse en siluetas formarán una sola imagen, muchas veces irreconocible y otras completamente desproporcionada.
A simple vista nuestros ojos hacen la diferencia, pero a la hora de componer la fotografía debemos estar muy atentos de que no se mezclen las diferentes formas. Es importante que al fotografiar personas tratemos de hacerlo colocándolas de perfil, ya que la figura de frente o de espaldas no será reconocible.
¿Cómo lograr una buena exposición?
Algunas cámaras permiten ver donde el exposímetro está midiendo la luz al presionar el obturador hasta la mitad. Si este es el caso con tu cámara, puedes presionarlo y hacer la medida en el fondo y luego sin soltarlo, recomponer la imagen de la manera que quieras.
Al no soltar el obturador la cámara hará la toma con la medida de la luz que le asignaste pero esto puede darte problemas con el enfoque, ya que la mayoría de las cámara enfocan en el mismo lugar donde toman la luz. Para evitarlo debes hacer el enfoque del lente manualmente o tomar la fotografía con el diafragma lo más cerrado posible para lograr una gran profundidad de campo.
Si la cámara te permite hacer fotografías con exposición manual, puedes ensayar haciendo una toma con la combinación que te da la cámara en automático y comenzar a sobre exponer hasta que logres ver en la pantalla la exposición correcta.